martes, 25 de mayo de 2010

EL TABACO Y LA PERDIDA DE LA SENSIBILIDAD OLFATIVA.


Hasta hace pocos años atrás, se pensaba que el tabaco no modificaba la sensibilidad gustativa, pero se recomendaba no fumar por lo menos una hora antes de una degustación.
Actualmente esta científicamente probado que el alquitrán del tabaco aspirado por las vías nasal y retro-nasal, con el tiempo, al igual que lo que sucede con los alvéolos del pulmón, bloquea las vías de acceso al bulbo olfativo e incluso puede llegar a obstruirlo. Los fumadores adictivos llegan a perder hasta un 65% de su capacidad gustativa. También pueden disminuir su capacidad de percepción debido a la ansiedad producida por la falta de nicotina en su organismo.
Los degustadores y chefs cuando van a ejercer su oficio deberán eliminar cualquier influencia externa, es por ello que es recomendable no usar perfumes, colonias, cosméticos, lápiz de labios con sabores, etc., que no solamente pueden influenciar en su personal degustación, sino que pueden ser una influencia negativa para quienes degustan en su entorno.
Tener la posibilidad de apreciar la sutileza de los aromas, es una verdadera bendición, y permita al cocinero elaborar complejos equilibrios de sabores y aromas. La obstrucción de las vías de acceso al bulbo olfativo produce un perdida de la percepción. Y sucede lo mismo que a un sordo, hay que gritarle para que escuche, el fumador necesita de altas dosis para percibir adecuadamente los aromas. Como consecuencia la comida puede resultar demasiado condimentada para aquel comensal que no fuma.
La perdida de percepción en los fumadores, es como, “una mancha mas al tigre” un efecto negativo mas, en el ya peligroso cigarrillo, sumamente dañino para la salud de la persona adicta.
Si usted fuma y le gusta la cocina, aquí le dejo un tema para la reflexión.

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